
Hablamos constantemente de Acompañar, parece que es un término que cada día se acuña con más frecuencia. Por ello, desde ADIN hacemos varias reflexiones que nos ayudan a ser coherentes con ese Acompañar, alejándonos tanto en los tratamientos como en el ámbito educativo, de la visión más tradicional que nos lleva a instruir e intervenir y acercándonos al nuevo paradigma educativo y terapéutico.
ACOMPAÑAR es…
- Confiar en las capacidades de la infancia, pensando en que l@s niño@s “vienen llen@s” y que sólo es necesario favorecer un entorno preparado para que florezca lo que llevan dentro. Reflexionando… ¿Es necesario enseñar a l@s niñ@s?
- El adulto está en un segundo plano, ahora el/la niñ@ es el /la único protagonista de su aprendizaje.
- Ponemos atención a la importancia de Escuchar. EschucharME (a mí, los mensajes que lanzo) y escuchar (a l@s demás, al entorno y al espacio).
“Mirar , escuchar y aprender a sostener”
- CuidarSE y Cuidar como una clave del modelo. Partimos de nosotr@s mism@s para llegar al otr@.
- No olvidamos poner límites firmes y coherentes, siempre desde el Amor.
- Establecer una relación real entre dos seres humanos, sin teatralizaciones.
- La voz es una herramienta muy importante, poniendo énfasis en no elevarla por encima de la del niñ@.
- Estar Presentes y Disponibles. Observar teniendo en cuenta al otro desde un equilibrio personal, con serenidad.
- Prestar atención en no “cargar” las emociones en el/la niñ@, hablar desde mi “yo”, “yo siento…”, “yo creo…”. Un ejemplo puede estar en cambiar un “me haces daño” por “a mí me duele”, dejando a un lado el peso de hacer daño a alguien seguramente sin esa intención.
- Comprender los detalles del desarrollo global de cada niñ@ en sus diferentes etapas y respetar los distintos ritmos, partiendo de las capacidades particulares de cada un@ de ell@s.
- Guiar su desarrollo integral respetando su motivación y teniendo en cuenta en todo momento al niñ@, evitando ser directivos y dejando momentos de exploración y riqueza desde sus recursos.
- Respetar como base fundamental, hacia la situación, hacia un@ mism@ y hacia el/la niño@.
- Tener en cuenta que nuestro modelo es esencial para su crecimiento.
“Son nuestro espejo”
- Confiar… en el/la niña@, en la familia, en los procesos…
- Permitir ser en un lugar y mirada fuera de juicios, acompañar las emociones dejando fluir las mismas y verbalizando de forma empática la afectividad.
Entre otras ideas estas parece que son las que más consolidamos desde el equipo… ¿Nos aportas algo más?